11 sept 2020

EFEMÉRIDES 11 DE SEPTIEMBRE: DÍA DEL MAESTRO

Pionero en la democratización de América mediante la instrucción pública, tuvo un único enemigo: la ignorancia. La atacó desde todos los frentes: desde la política y la literatura, desde los viajes y el periodismo, desde la milicia y la educación. Domingo Faustino Sarmiento es evocado aquí a partir de hechos destacados de su vida.


Domingo Faustino Sarmiento nació en San Juan el 15 de febrero de 1811. 

Hijo de don José Clemente Sarmiento y de doña Paula Albarracín, se crió en lo que él mismo llamaba "la noble virtud de la pobreza". 

"Mujer industriosa", doña Paula Albarracín había establecido un telar debajo de una de las higueras heredadas en su casa. Don José Clemente Sarmiento era, en cambio, militar y, como su esposa, había sido educado en los rudos trabajos de la época: arriero de tropa y peón en la hacienda paterna La bebida. 

"Cada familia es un poema, ha dicho Lamartine, y el de la mía -escribió Sarmiento- es triste, luminoso y útil, como aquellos lejanos faroles de papel de las aldeas que con su apagada luz enseñan, sin embargo, el camino a los que vagan por los campos."

Desde edad temprana, Sarmiento mostró su vocación docente y su sorprendente aptitud para enseñar. Cursados sus estudios primarios, no pudo seguir estudios superiores por no existir establecimiento afín en su San Juan natal y no haber sido favorecido en la obtención de becas.

Bajo el impulso de su padre y el de su propio interés, se entregó al perfeccionamiento por la lectura, como lo evocó en Recuerdos de provincia. Leyó cuanto llegó a sus manos, un poco indisciplinadamente, pero con excepcional provecho para su saber.

Sarmiento hacedor, escritor, estadista y educador, todo lo fue en grado superlativo; por ello siempre es oportuno evocar su personalidad. 

Hoy lo haremos destacando una de sus facetas más conocidas e influyentes: la de educador. En este sentido sus merecimientos son sobresalientes y consisten en haber referido el quehacer educativo a un "proyecto de país" que debía integrarse y modernizarse; para lograrlo, a su juicio, era indispensable poblar, colonizar y educar, creando así las condiciones necesarias para incorporar la revolución agrícola e industrial que entonces estaba transformando la fisonomía de Europa y los Estados Unidos, y simultáneamente modificar la vida política argentina, dotándola de instituciones sólidas que a su vez alentasen la participación popular.

Vale decir, la trascendencia de las ideas de Sarmiento radica en haber señalado, tempranamente, la importancia de la educación para el desarrollo, la democratización y el cambio, y en haberse planteado preguntas incisivas y decisivas en la materia. 

Pero mal podemos atenernos siempre sólo a sus respuestas; es a todas luces preferible abordar sus interrogantes pero traducidos a términos actuales, además de considerar las nuevas circunstancias nacionales e internacionales, sin desatender tampoco el protagonismo de la ciencia y de la técnica, elementos todos de la cultura que requiere la conformación de nuestro mundo para los años por venir.


Fuente: Youtube / romboscelestes 

Área Exactas y Naturales